Momias Chinchorro

Momias Chinchorro, Patrimonio Cultural de la Humanidad

Mucho antes que los Incas o que los Egipcios reverenciaran a sus muertos por medio de la preservación del cuerpo, los pescadores Chinchorro de la costa del desierto de Atacama ya veneraban a sus muertos con sofisticadas prácticas mortuorias, a partir del año 5000 a.C.

¿Qué es una momia?

Es un cuerpo donde se detuvo o se minimizó el proceso de putrefacción,  conservándose gran  parte del tejido blando (piel y órganos). Un ambiente seco, muy frío o hasta uno pantano pueden favorecer la preservación de los cuerpos. 

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Poblaciones precerámicas andinas

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Poblaciones precerámicas andinas

Las momias son representaciones artísticas de las poblaciones precerámicas andinas. La delicada manufactura, la elección de colores, los retoques de la cara y peluca plasman por una lado la habilidad manual del artesano-artista y por otro nos conllevan a ver las momias como iconos religiosos que transmiten un sentimiento colectivo que aún perdura en el tiempo. En el caso de los egipcios los embalsamadores plasmaron su arte principalmente en los sarcófagos y no tanto en las momias. Los Chinchorro usaron el cuerpo como un elemento artístico, un medio humano como lo hace hoy, pero en forma extrema el controvertido artista y anatomista alemán Guthern Von Hager, quien modela cadáveres.

la complejidad de sus momias contradice los postulados teóricos de que las sociedades tempranas tenían una vida religiosa y socio-cultural simple. Chinchorro quiebra el esquema de las llamadas «sociedades complejas,» término que los estudiosos usan para indicar complejidad social y material de las poblaciones. Es decir, Chinchorro rompe la visión tradicional y popular de que la evolución socio-cultural iría de lo simple a lo complejo. Es verdad que hoy en día, muchos investigadores ya no ven las culturas como una evolución jerárquica y secuencial que iría de menos a más, donde supuestamente debemos pasar por ciertas etapas de «progreso» hasta alcanzar un grado de «civilización». La evolución cultural y biológica no tiene dirección, solo es (o existe). Un cazador recolector no es mejor que un agricultor, ni una persona de la ciudad no es mejor que un campesino. Cada uno tiene sus propios deleites y dilemas. La vida de los Chinchorro era tecnológicamente simple pero ideológicamente muy compleja.

A menudo las poblaciones tempranas han sido vistas como grupos nómadas. Pero Chinchorro da evidencia que las poblaciones tempranas costeras Andinas eran más sedentarias de lo que pensábamos. El tiempo y la energía gastada para crear las momias, su emplazamiento en los mismos lugares cotidianos, nos indican una permanencia continua del lugar, una territorialidad y una apropiación y compenetración con el espacio costero. También su alta dependencia del mar reflejada en los artefactos de pesca, desechos (conchales) y en la dieta química reconstruida por medio de los análisis óseos, revelan que dependían y utilizaban la costa en forma constante.

Su antigüedad y larga duración de tres milenios y medio es sorprendente y nos habla de una arraigada creencia en la otra vida. La verdad es que como seres humanos nos resistimos a morir, a dejarlo todo. Y como la fe en la otra vida mueve montañas, la momificación de los Chinchorro perdura en el tiempo como la misma arena del desierto que envuelve sus cuerpos. Muchas momias todavía están con nosotros alcanzando de cierto modo un grado de eternidad o como los escribió Patricio Barrios—llegaron para no morir.

Son admirable los logros de estos pescadores Chinchorro quienes llevaban a cabo la momificación y la subsistencia con herramientas simples de piedra y hueso, ya que ellos desconocían los cuchillos de metal, la cerámica y la metalurgia. Estas innovaciones culturales surgen con sus descendientes miles de años más tarde.